Este jardín se encuentra en un enclave de alta densidad de pinos en la falda de la sierra de la Calderona en Valencia.
Refugio sensorial
Este exuberante jardín naturalista mediterráneo embellece a la vivienda clásica con su encanto atemporal. Los colores amarillos de las Achilleas se entrelazan con morados y azules de Salvias y gramíneas, creando un festival de vibrantes colores. La vegetación mediterránea forma un tapiz, mientras que las flores en tonos púrpuras y amarillos atraen a mariposas y abejas. Las especies arbustivas de hojas verdes dan arquitectura al jardín, infundiendo una sensación de tranquilidad y serenidad. Este jardín mediterráneo es un tributo a la belleza natural, aportando vitalidad y calidez a la arquitectura clásica.